El desarrollo de estándares en la industria del silicón es fundamental, orientador y vinculante para la transformación hacia el bajo carbono. Constituye un apoyo central para que la industria pase de la “reducción pasiva de emisiones” a la “descarbonización sistemática”. Esto se refleja en cuatro áreas clave:
1. Estandarización del Cálculo de la Huella de Carbono para Resolver el Problema de “Distorsión de Datos”
Actualmente, los cálculos de emisiones de carbono varían entre empresas; algunas solo contabilizan las emisiones directas de combustión, omitiendo el carbono incorporado en las materias primas (por ejemplo, silicio industrial) y las emisiones indirectas de electricidad. Mediante la creación de estándares industriales como la Especificación Técnica para la Contabilidad y Reporte de la Huella de Carbono de Productos de Silicón, se puede establecer un sistema de evaluación de ciclo de vida completo (“Cradle-to-Gate”), asegurando que los datos de carbono sean precisos, comparables y verificables, y proporcionando una base para el comercio de carbono, compras verdes y cumplimiento de exportaciones (por ejemplo, CBAM de la UE).
2. Establecimiento de Referencias de Eficiencia Energética y Emisiones para Retirar Capacidad Obsoleta
El gobierno ha publicado el estándar obligatorio Límites de Consumo Energético por Unidad de Producto de Monómeros de Silicón, especificando valores de admisión, límites y valores de referencia. En el futuro, se refinará aún más para productos como DMC y caucho de silicón. Cumplir con estos estándares será un requisito para la aprobación de proyectos, financiamiento y certificaciones de exportación, lo que impulsa a las plantas pequeñas y con alto consumo energético a modernizarse o salir del mercado, optimizando la capacidad global.
3. Orientación hacia el Diseño Verde y Producción Limpia
Estándares recomendados como Especificaciones Técnicas para la Evaluación de Productos de Diseño Verde – Polímeros de Silicón establecen indicadores para la selección de materias primas (por ejemplo, fuentes de silicón de origen biológico), optimización de procesos (baja generación de subproductos, sistemas cerrados) y reciclabilidad, integrando los conceptos de bajo carbono desde la etapa de desarrollo del producto. Las empresas que diseñan conforme a estos estándares pueden cumplir simultáneamente con los requisitos ESG de sus clientes finales (por ejemplo, fabricantes de módulos fotovoltaicos y empresas de vehículos de nueva energía).
4. Apoyo a la Certificación Verde y Acceso a Mercados Internacionales
Las marcas internacionales generalmente requieren que los proveedores presenten declaraciones de huella de carbono conforme a ISO 14067, PAS 2050, etc. La alineación de los estándares nacionales con los internacionales puede evitar pruebas duplicadas y reducir costos de cumplimiento. Al mismo tiempo, certificaciones como “Fábrica Verde” y “Productos Cero Carbono” se basan en estándares y sirven como “pase” para que las empresas accedan a financiamiento verde, participación en compras gubernamentales y mercados de alta gama en Europa y EE. UU.
Conclusión
Los estándares no son restricciones, sino la “guía de navegación” y la “herramienta de medición” para la transformación hacia bajo carbono en la industria. A medida que los sistemas de estándares de contabilidad de carbono, eficiencia energética y productos verdes se perfeccionen rápidamente, la industria dejará atrás el modelo de “cada uno por su cuenta” y entrará en una nueva fase de desarrollo de bajo carbono de alta calidad, verificable y certificable.