En campos como la ingeniería industrial pesada, los implantes médicos y los materiales funcionales avanzados, la selección de la viscosidad del aceite de silicona dimetílica se basa principalmente en el espesor del recubrimiento, la adherencia y la estabilidad a largo plazo. Los aceites de silicona con viscosidad superior a 1000 cSt forman capas lubricantes gruesas y de gran adherencia, siendo materiales insustituibles en estos escenarios exigentes. A continuación, se analiza su lógica de selección desde una perspectiva basada en aplicaciones.
Alta viscosidad (1000 cSt o más): la “solución definitiva” para lubricación extrema, sellado y protección duradera
Los aceites de silicona altamente viscosos ofrecen una película protectora excepcionalmente espesa (hasta niveles visibles al ojo humano) y presentan una fuerte adherencia a diversas superficies. Se utilizan principalmente en:
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Lubricación de maquinaria pesada: Ideal para cojinetes grandes, engranajes de baja velocidad y alto par, amortiguadores hidráulicos de aeronaves o trenes. Reduce el desgaste, amortigua vibraciones y disminuye el ruido operativo.
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Sellado a alta o baja temperatura: Rellena eficazmente los espacios microscópicos en líneas de vapor, sistemas criogénicos o reactores, asegurando un sellado casi perfecto incluso bajo condiciones extremas.
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Implantes médicos: En prótesis articulares o apósitos crónicos, forma una capa deslizante que reduce la fricción, mejora la compatibilidad con los tejidos y favorece la curación.
Viscosidad media (100–1000 cSt): la “opción intermedia” para necesidades técnicas específicas
Adecuado para aplicaciones de carga media o con requisitos especiales:
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Lubricación de cargas medias: Cojinetes medianos, cadenas industriales, donde se requiere buena lubricación sin sacrificar la fluidez del aceite.
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Sellado técnico: En la industria química o marina, aporta resistencia a la corrosión, facilita la aplicación y ofrece buena capacidad de sellado.
Conclusión
En entornos de alta exigencia mecánica, temperaturas extremas o necesidad de mantenimiento prolongado, los aceites de silicona de alta viscosidad son la mejor elección. En situaciones donde se busca equilibrio entre protección y facilidad de aplicación, las viscosidades medias ofrecen una solución ideal. La clave está en considerar la carga, el entorno y la vida útil esperada del producto.
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