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Los módulos fotovoltaicos que pueden funcionar al aire libre durante más de 25 años y los vehículos de nueva energía que pueden recorrer de forma segura cientos de miles de kilómetros tienen detrás de su rápido desarrollo un importante “impulsor”: los materiales de organosilicio. Gracias a sus propiedades únicas, proporcionan fiabilidad y durabilidad a los productos de nueva energía, convirtiéndose en un material indispensable para la transición ecológica.
En la industria fotovoltaica, el organosilicio es el “guardián” que asegura la vida útil de los módulos. Los módulos fotovoltaicos permanecen al aire libre durante años, expuestos a radiación UV intensa, arena y polvo, lluvias fuertes y grandes fluctuaciones de temperatura. Los selladores de silicona actúan como la primera línea de defensa contra estas condiciones adversas. Conectan firmemente el vidrio del módulo con la lámina trasera, creando un sellado hermético que bloquea eficazmente la entrada de humedad y polvo en el interior del módulo, evitando fallos de las celdas debido a la humedad. Al mismo tiempo, los recubrimientos de silicona en la lámina trasera mejoran la resistencia a la intemperie y reducen el envejecimiento causado por los rayos UV, asegurando una generación de energía estable durante toda la vida útil de diseño de 25 años. Los datos muestran que los módulos fotovoltaicos que utilizan selladores de silicona de alta calidad tienen una tasa de fallos más del 60 % inferior a los que emplean materiales de sellado convencionales.
La industria de vehículos de nueva energía es aún un “campo de batalla” más importante para el organosilicio, donde su consumo puede ser de 3 a 5 veces mayor que en los vehículos tradicionales de combustión. El paquete de baterías —el “corazón” del vehículo— requiere los más altos estándares de seguridad, y las resinas de silicona conductoras de calor desempeñan un papel crítico. Llenan de manera compacta los espacios entre las celdas de la batería y transfieren rápidamente el calor generado durante su funcionamiento al sistema de refrigeración, evitando el sobrecalentamiento localizado y los riesgos de seguridad. En situaciones extremas, también pueden formar una barrera ignífuga que impida la propagación del fuego y mejore la seguridad del paquete de baterías.
Además, los recubrimientos aislantes del motor, los componentes de sellado de los puntos de carga y las juntas impermeables del vehículo dependen de las propiedades especiales del organosilicio. Los motores funcionan a altas temperaturas, y los recubrimientos de silicona garantizan un rendimiento dieléctrico estable. Los puntos de carga permanecen expuestos al exterior durante todo el año, y los selladores de silicona resisten la lluvia, las inclemencias del tiempo y el envejecimiento por UV. En resumen, la profundidad de aplicación del organosilicio determina directamente el límite de rendimiento de los productos de nueva energía, inyectando un impulso fuerte al desarrollo de la industria verde.
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